Por: José Alejandro Ramírez L.
Se nos ha dicho que los nuevos ministerios serán 5: Ministerio de Justicia, resultado de una escisión del Ministerio del Interior y de Justicia; el Ministerio de la Protección Social desaparece y surge el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Salud; del Ministerio de Vivienda, Ambiente y Desarrollo Territorial surgen dos ministerios, el Ministerio de Vivienda y el Ministerio de Ciudades y Desarrollo territorial. De esta manera, el gobierno quedará conformado por 17 ministerios, la misma cantidad de ministerios que existían antes del gobierno del presidente Uribe.
Se nos ha dicho que los nuevos ministerios serán 5: Ministerio de Justicia, resultado de una escisión del Ministerio del Interior y de Justicia; el Ministerio de la Protección Social desaparece y surge el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Salud; del Ministerio de Vivienda, Ambiente y Desarrollo Territorial surgen dos ministerios, el Ministerio de Vivienda y el Ministerio de Ciudades y Desarrollo territorial. De esta manera, el gobierno quedará conformado por 17 ministerios, la misma cantidad de ministerios que existían antes del gobierno del presidente Uribe.
En esta semana quedó establecido que el presupuesto de la nación para el próximo año sólo crecerá el 4%, dicen los analistas económicos que esta es una cifra modesta y coherente con la intención de reducir el déficit fiscal el cual se prevé alrededor del 3.4% del PIB equivalente aproximadamente a $18.3 billones de pesos, mientras que en el año 2009 fue del 2.4% del PIB equivalente a $11.8 billones de pesos. Se dice que el mayor déficit se presentó por los menores ingresos, esto es, “desaceleración económica”, por la crisis mundial; téngase en cuenta que Colombia desenvolvió un ambicioso plan anticíclico y que en estos menores ingresos tiene una gran responsabilidad el bloqueo económico al que nos condenó el gobierno bolivariano del vecino país. Falta saber también cuánto va a disminuir la cifra del déficit fiscal vía los mayores ingresos por la bonanza minera, gracias a las acciones del gobierno de Uribe, estimulando un ministerio del que nos sentimos orgullosos los colombianos.
En cuanto a los nuevos ministerios y la necesidad de incrementar los gastos en infraestructura, no se prevé que el déficit pueda disminuir, aun cuando se pretende crear 5 nuevos ministerios, porque estos son gastos nuevos para el estado, que tienen vocación de estabilidad en el tiempo. Realmente, la pregunta es cómo aumentar los ingresos del Estado de manera estable y con vocación de permanencia en el tiempo. Ya sabemos que se prevé una bonanza minera que va a aumentar los ingresos, ingresos que no deben causar la enfermedad “holandesa” y que se prevé ahorrar para épocas de “vacas flacas” mediante la implementación de una sana regla fiscal, la cual aplaudimos. Colombia necesita de la aprobación de los TLC´s a la vez que se aumenta la capacidad productiva de la economía: la tarea diplomática debe centrarse pues en sacar adelante los TLC´s que no nos han aprobado y con las naciones con economías emergentes, no en restablecer las relaciones diplomáticas con inestables economías vecinas.
Respecto a los nuevos ministerios y a los que no se les va a reformar, existe un problema que no se ha dimensionado. Y es la carga prestacional que se ha querido ahorrar el estado por la vía de contratación por servicios, contrato civil este que atenta contra la estabilidad de los empleos del Estado. A menudo, encontramos en los ministerios contratistas que pretenden contribuir con el pesado trabajo que ha dejado la disminución de puestos de trabajo por la reforma al Estado. El problema es que dichos contratistas cambian con mucha frecuencia, perdiéndose tiempo en el valioso aprendizaje, lo que hace más tortuoso para los funcionarios con vinculación permanente con el Estado lograr las tareas en los ministerios.
A la vez que se ha echado para atrás la fusión de ministerios, aumentando de nuevo unos gastos que, como nos dimos cuenta, no nos podemos ahorrar so pena de causar problemáticas tan costosas en política social como lo sucedido en el Ministerio de la Protección Social, o la causada por la vivienda, en el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial; falta asumir de nuevo cargas prestacionales por la necesidad de empleos estables y menos contratación por servicios. Lo anterior, en un intento por la profesionalización de la planta de empleados de los ministerios, que por demás nos ahorre las jugosas demandas contenciosas, que suman a hoy $95 billones de pesos (según cálculos publicados por los medios en la última semana con ocasión de la demanda de la doctora Ingrid Betancur).
Aplaudimos pues el proyecto de las 5 locomotoras que propone el electo presidente Juan Manuel Santos y esperamos que la diplomacia encaminada con criterios profesionales y no burocráticos, pueda insertarnos en la vía de mejores acuerdos comerciales que propendan encontrar eco en las demás naciones para aumentar la demanda de nuestros productos.
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