Colombia: río y mar.

Colombia: río y mar.
"Es mejor ser dueño de tu silencio que esclavo de tus palabras".

lunes, 19 de agosto de 2013

Artículo venta ISAGEN. "VENTA AMARRADA"

La falta de credibilidad que en los colombianos genera el gobierno del presidente Juan Manuel santos, tiende un manto de duda sobre la venta de ISAGEN.

La necesidad de la venta de este importante y estratégico activo de la nación, ha sido sostenida ya por dos gobiernos - muy distintos ellos-. En el gobierno del presidente Uribe, se necesitaba cubrir un "hueco" fiscal, dados los estragos que había causado en la economía la recesión económica mundial. Se desestimó la venta, luego de concluir que primaba lo estratégico del activo sobre la urgencia de balancear fiscalmente la Nación, en un gobierno que se caracterizó por la austeridad en el gasto publico. Igualmente, se canceló la venta en la medida en que se avecinaba el cambio de mando presidencial, siendo responsable dejar a quien sucedía en la presidencia la toma de esta decisión.

Al cumplir 3 años de haber recibido el mandato presidencial, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, argumenta la venta de ISAGEN en la necesidad de construir infraestructura vial. Pero la situación que apreciamos los Colombianos, dista de ser aquella motivada por el Ministro Cárdenas. Para los colombianos, resulta poco creíble que en el marco de un crecimiento excesivo del aparato estatal se nos argumente que la venta de este estratégico activo, que apenas supera los 4 billones de pesos, es necesaria para financiar un ambicioso plan de concesiones viales, valorado en más de 50 billones de pesos, a menos de un año de terminar el gobierno del presidente Santos.

No podrá convencernos, pese a tener el gobierno la competencia, de vender un activo estratégico y con rentabilidades del 13% anual, sin la claridad suficiente de la contribución que la venta reporta al plan de concesiones, como se ha dejado ver luego de la exposición de la viceminstra de Hacienda, Dra. Carolina Soto, en la comisión V del senado. El hecho mismo de no existir en Colombia las rentas con destino específico, complica más la operación que el gobierno precave.

No podrá convencernos de la necesidad de esta venta, cuando a los colombianos no se nos ha hecho claridad sobre la situación fiscal de la nación, las implicaciones del crecimiento del aparato estatal, y en consecuencia, de un desbordado gasto público. No nos convencerá a los colombianos un gobierno "derrochón" de vender una activo rentable, en el contexto de una contienda electoral, la cual afronta con una desfavorabilidad mayoritaria entre los colombianos.

No podemos evitar pensar los colombianos, que ante la proximidad de la venta de ISAGEN con la contienda por la reelección, y un presidente sorprendido por su baja imagen, coincida con la necesaria malversación de un activo estratégico de la Nación para honrar los compromisos adquiridos con una clase política a la cual se le ha devuelto los auxilios parlamentarios.

La campaña que se avecina estará recargada de "mermelada" como nunca antes se habría visto: seguramente veremos a los congresistas que hacen parte de la "unidad nacional" empeñados en reelegir las políticas de la mal llamada "prosperidad".

No hay comentarios:

Publicar un comentario