Está detallado en el libro “los
archivos de las FARC” publicado por el IISS, recopilado de los archivos que le
fueron incautados a los narcotraficantes de las FARC, la actividad que
desenvolvió dicho ministro cuando se desempeñaba como Director del Consejo
nacional de Vivienda (CONAVI) en marzo de 2005, o cuando se desempeñaba como
director de la DISIP, organismo de inteligencia venezolano, a partir de junio
de dicho año.
Recapitulando los hechos
conocidos como el “incidente de apure”, en donde fueron asesinados 5 soldados
venezolanos y una ingeniera de PDVSA –de quien afirma las FARC, sostenía una
relación personal con el presidente Chávez- en un enfrentamiento entre las FARC
y las fuerzas armadas venezolanas a orillas del río Sarare en septiembre de 2004,
sobrevino un período de crisis en la 
relación que sostenía el gobierno venezolano y la organización
narcotraficante FARC. Consecuencia del luto causado por esta masacre en las
fuerzas militares, Chávez había ordenado a sus subordinados abstenerse de tener
contacto con las FARC. 
No es ninguna coincidencia que poco
después de los hechos reconocidos como “El incidente de apure” se haya logrado la
captura del canciller de las FARC, Rodrigo Granda. Tras su captura, le fue
incautada una liberta de direcciones de militares y altos funcionarios del
gobierno venezolano, la cual presentó el presidente Álvaro Uribe a dicho
gobierno en protesta por sus relaciones con dicha organización. Acto seguido, el
gobierno venezolano decide acceder a investigar dichas relaciones, en una
especie de “Autoincriminación”, evento que permitió el entierro político de reconocidas
figuras de la revolución bolivariana, como el señor Amílcar Figueroa o el señor
Julio Montes.
A pesar de la “dureza” con que el
gobierno venezolano sancionó a dichas personalidades de la revolución, quienes
se han mantenido activos líderes chavistas, estas sanciones no ahuyentaron al recientemente
posesionado ministro de defensa del vecino Estado Bolivariano, Henry Rangel
Silva, de sostener contactos con  las
FARC. 
Luego del incidente de apure, la
organización narcotraficante FARC sólo pudo conservar algunos pocos contactos, entre
los más leales, el señor Henry Rangel Silva, quien para la época de marzo de
2005, cuando visitó a timochenko –hoy comandante de la organización
narcotraficante FARC- se desempeñaba como director del Consejo Nacional de Vivienda
(CONAVI). 
En la visita de Rangel Silva a Timochenko
en marzo de 2005, coincidieron ambos en la necesidad de relaciones estrechas entre
las FARC y el gobierno venezolano, en un acto que califico de “apátrida” con
los soldados venezolanos asesinados por las FARC apenas seis meses del “inicidente
de apure”. Concluyeron que en el propósito de fortalecer la maltrecha relación,
se necesitaba el nombramiento de un funcionario del régimen con acceso directo “al
jefe” – Chávez- (en palabras de Raúl Reyes) que mantuviera la relación con el
grupo guerrillero. Este hecho se encuentra narrado por el libro “los archivos
de las FARC” capítulo Quinto, página 226.
No es ninguna coincidencia que tres
meses después de su reunión con timochenko, en junio del año 2005, el señor Henry
Rangel Silva fuera nombrado director de la DISIP, la agencia de inteligencia
del estado venezolano, en sustitución de Miguel Rodríguez Torres. Éste último
había  dejado la permeable institución tras
el escándalo causado por la fuga de un reconocido narcotraficante colombiano,
después de haber sobornado algunos agentes de la mencionada institución. 
Diferente a los sucedido con
Figueroa o con Montes, la historia de la relación del nuevo ministro Rangel
Silva con las FARC no estuvo expuesta a la sanción del presidente Venezolano, y
siendo director de la DISIP, ya para mediados del año 2006, Rangel Silva se
reúne nuevamente con timochenko, ésta vez acompañado de Iván Márquez, para comunicarles
nuevamente el apoyo de Chávez a la vez que les solicitó moderar el uso de territorio
venezolano –conocidas algunas facciones de la narcotraficante FARC que operaba pistas
para despachar la cocaína un poco más adentro de la frontera de lo permitido
por el gobierno venezolano-, dado el acoso del gobierno norteamericano. Este hecho
es narrado por el libro “los archivos de las FARC” capítulo Quinto, página 248.
Estas situaciones narradas en el
libro “los archivos de las FARC”, nos permiten presumir que, contrario al
sentir del pueblo Colombiano, el más contento con el nuevo ministro de defensa
venezolano debe ser el comandante de la narcotraficante FARC, timochenko. El señor
Rangel Silva es conocido suyo; le ha ayudado a las FARC en innumerables veces,
ha tendido puentes entre Chávez y su organización narcotraficante. 
A los colombianos nos surge una
serie de dudas con este nombramiento: Qué se viene en las relaciones entre ministros
de defensa? Podrá el Ministro Pinzón coincidir con un par venezolano que le ha
servido a la organización que él persigue? Podrá establecerse una cooperación
en inteligencia fluida con quien en tiempos pasados desde la DISIP desviara los
esfuerzos en inteligencia entre los dos países? Cómo se llevará una relación
entre gobiernos en cuanto a la defensa del territorio, si el par del Ministro
de defensa colombiano en el gobierno Venezolano se reconoce aliado de las FARC
aún cuando las relaciones entre esta guerrilla y el gobierno de Chávez ha
sufrido reveses?. 
Pero la duda más importante para
los colombianos respecto a este nombramiento es esta: Será el luto por la muerte
de los policías y militares colombianos secuestrados por las FARC tan fulminante
como el luto del presidente venezolano por la muerte de los soldados en el “incidente
de apure”? 
A todas estas, no sabemos qué pensará
el presidente Santos de los nombramientos de su nuevo mejor amigo, pero seguramente
sentirá menor “escalofrío” que aquél que sintió el expresidente Uribe con los nombramientos
de algunos ministros una vez se posesionó el presidente Santos. 
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